A mediados de noviembre, fuimos invitadas por el equipo del Hotel Calipolis, a conocer sus instalaciones y cómo no, a pasar una noche de lujo.
Los trenes desde Sants Estació, son muy frecuentes, por lo que tardamos menos de media hora en llegar al encantador pueblo de Sitges.
El hotel está situado en primera línea de playa, pero pudimos llegar perfectamente de manera rápida, sin necesidad de taxi.
La directora comercial, Fabiana Scantamburlo, nos recibió con un aperitivo en una de las salas del hotel, antes de enseñarnos las instalaciones.
El hotel fue renovado muy recientemente, alejándose de los típicos hoteles de playa, y ofreciendo un servicio de más calidad para el cliente.
Habitaciones muy espaciosas y con vistas al mar, no se puede dormir mejor.
En verano nos informó, es muy concurrido por turistas extranjeros, principalmente de Rusia, pero suele acoger durante todo el año congresos y convenciones.
Sus facilidades de acceso, proximidad con Barcelona y sus 9 salas con capacidad de hasta 190 personas, lo hacen ideal para este tipo de eventos.
Además, dispone de wifi gratuito en todo hotel, algo muy a tener en cuenta.
Por la noche tuvimos la suerte de probar los platos de su restaurante Ágora mientras charlábamos animadamente con todo el equipo.
El hotel además, cuenta con la sala de fiestas Lizard, pero el día había sido muy intenso y preferimos dejarlo para otra ocasión.
Tuvimos la gran suerte de que nos alojaran en las suite, que disponen de una amplisima habitación y baño, e incluso un comedor con sofás.
Nos encontramos una botellita de cava y bombones de bienvenida, así que era ocasión de aprovecharlo.
A la mañana siguiente, después de un copioso desayuno con vistas al mar, en su buffet libre el Mirador, dimos un paseo por la playa, hasta llegar a Casa Bacardi.
Allí nos esperaba una visita por la historia de esta marca y una demostración de cómo preparar Cuba Libre y Mojitos.
Lo que no esperábamos, es que nos tocaría demostrar lo atentas que habíamos estado.
Fue muy divertido aprender por fin, aprender a preparar estos combinados, una experiencia que vale mucho la pena.
Fotos del Hotel Calipolis y Verónica Montuenga.
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